viernes, 21 de diciembre de 2012

¡RAW en la Tele!

Todas las entrevistas (y las descripciones de los videos) fueron tomadas del canal de Youtube de Daniel Díaz, quien se está tomando el gran trabajo de subtitular material de Robert Anton Wilson previamente no disponible en español.
 
¡Disfrutemos de RAW TV!
 
En esta entrevista realizada por D. Scott Apel (fecha de emisión: mayo de 1998), el autor Robert Anton Wilson presenta su libro "Everything Is Under Control: Conspiracies, Cults, and Cover-ups" ("Todo Está Bajo Control: Conspiraciones, Cultos y Encubrimientos" ), publicado el 23 de junio de 1998, y brinda sus opiniones sobre una de las teorías conspirativas más relevantes (y plausibles) de la actualidad.
Parte I
 
Parte II
 
Tom Ross entrevista a Robert Anton Wilson en el programa Unearthed, en 1991.
 
 
En esta entrevista de media hora realizada por Richard Metzger para el programa británico Disinfo Nation (fecha de emisión: 28 de enero de 2000), el autor Robert Anton Wilson responde preguntas sobre los Illuminati, el valor real del dólar, el enigma del número 23, la conexión de Bill Clinton con ciertas conspiraciones y los rumores difundidos por los medios masivos de comunicación acerca de que Timothy Leary era un soplón del FBI.
 
Parte I
 
Parte II
 
 
 
 

martes, 30 de octubre de 2012

FRAGMENTOS DE LA PRIMERA PARTE DE LA 'TRILOGÍA DEL GATO DE SCHRÖDINGER'


 
Por Robert Anton Wilson (1979)
 
Traducción: G. A. Mazzucchelli
 
 
 
La historia aquí relatada se desarrolla en varios universos paralelos en los cuales la mayoría de los políticos son ladrones y la mayoría de los teólogos son maniáticos. Dichos universos no tienen nada en común con el nuestro, por supuesto.

RAW
 
 
 
La mayoría de los terráneos tenían seis patas. Tenían disputas territoriales y políticas, guerras, y un sistema de castas. También poseían la inteligencia suficiente como para sobrevivir en ese planeta lejano e inhóspito durante varios billones de años.
 
Pero aquí no nos ocuparemos de la mayoría de los terráneos. Nos ocuparemos de una pequeña minoría - los primates domesticados que construyeron ciudades, escribieron sinfonías e inventaron cosas como los zapatos de tap y los cálculos integrales. Al momento de nuestra historia, estos primates se consideraban a sí mismos como Los Terráneos. La mayoría hexápeda y otras formas de vida de aquel planeta apenas entraban en sus pensamientos, en general.
 
Los primates domesticados de Terra se referían a la mayoría hexápeda con un nombre insultante. Les llamaban “bichos
 
Había una especie en Terra que vivía en ajustada simbiosis con los primates domesticados. Eran una variedad de caninos domesticados llamados perros.
 
Los perros habían aprendido a lograr una imitación tosca de la culpa, el remordimiento, la preocupación, y otros rasgos característicos de los primates domesticados.
 
Los primates domesticados habían aprendido a lograr imitaciones de la lealtad, la dignidad, la alegría, y otros rasgos característicos de los caninos.
 
Los primates afirmaban amar a los perros tanto como los perros los amaban a ellos. Sin embargo, los primates guardaban la mejor comida para sí mismos. Los perros advertían esto, puedo asegurárselos, pero amaban tanto a los primates que los perdonaban.
 
Un perro se hizo famoso. En realidad era un grupo de perros, pero eran célebres colectivamente con el mote de ‘Perro de Pavlov’.
 
El asunto con este perro de Pavlov es que él, ella, o ellos, respondían mecánicamente a un estímulo administrado mecánicamente. El perro de Pavlov hizo que varios primates domesticados, especialmente los científicos, pensaran que todos los comportamientos de los perros eran igualmente mecánicos. Eso les hizo reconsiderar a otros mamíferos, incluyéndose a sí mismos.
 
La mayoría de los primates ignoró este desafío filosófico. Siguieron en sus asuntos asumiendo que ellos no eran seres mecánicos.
 
Un primate llamado Albert Einstein fue ampliamente culpado por la implementación del armamento atómico. Incluso él mismo estaba de acuerdo con ésta opinión. Era pacifista, y sufrió terribles retorcijones de consciencia por lo que habían hecho con sus descubrimientos científicos.
 
“Debí haber sido plomero”, dijo Einstein justo antes de morir.
 
En realidad, el descubrimiento de la energía atómica fue el resultado del trabajo de cada científico, artesano, ingeniero, técnico, filósofo, e inventor que haya vivido sobre Terra. La utilización de la energía atómica como arma fue el resultado de cada una de las decisiones políticas tomadas desde el tiempo en que, por primera vez, los vertebrados comenzaron a competir por el territorio.
 
La mayor parte de los primates terráneos no comprendía la naturaleza múltiple de la causalidad. Tendían a pensar que todas las cosas tenían una sola causa. Este simple error filosófico estaba tan diseminado en el planeta que los primates tenían el hábito de darse, y darles a otros primates, más crédito del que merecían cuando las cosas salían bien. Esto los volvía terriblemente engreídos.
 
También se culpaban, y culpaban a otros, mucho más de lo que merecían cuando las cosas iban mal. Esto les confería un complejo de culpa del tamaño de un avión.
Algo común en los planetas primitivos, antes de alcanzar la comprensión de la causalidad cuántica.
 
La causalidad cuántica no fue comprendida en Terra hasta que los físicos resolvieron el acertijo del gato de Schrödinger.
 
El gato de Schrödinger nunca fue tan famoso entre las masas de primates como el perro de Pavlov, pero eso fue porque el gato era más difícil de entender que el perro.
 
El perro de Pavlov podía ser comprendido mediante metáforas mecánicas simples. Para comprender al gato de Schrödinger, primero necesitas entender las ecuaciones de las ondas cuánticas de probabilidad. Sólo unos pocos primates fueron suficientemente listos como para leer las ecuaciones, y ni siquiera ellos las comprendieron.
 
Esto es debido a que las ecuaciones parecían decir que el gato estaba muerto y vivo al mismo tiempo.
 
Cada personaje de esta novela parece un perro de Pavlov desde cierto ángulo. Sin embargo, si lo miras o la miras de otra manera, verás al gato de Schrödinger.
 
La mayoría hexápeda de Terra nunca fue consultada por los primates domesticados cuando se dispusieron a construir armas que podrían destruir toda la vida de ese mundo. Eso no era inusual. Los peces, los pájaros, los reptiles, las flores, los árboles, e incluso otros mamíferos, no tuvieron voz ni voto sobre este asunto. Ni siquiera los primates salvajes estuvieron involucrados en la decisión de producir dichas armas. En efecto, tampoco la mayoría de los primates domesticados tuvo opinión sobre la materia.
 
Un puñado de machos alfa, pertenecientes a las principales bandas depredadoras de primates domesticados, tomó la decisión por su cuenta. El resto del planeta - incluyendo a la mayoría hexápeda, que nunca estuvo implicada en la política primate - tuvo que afrontar las consecuencias.
 
Gran parte de los primates domesticados de Terra no sabía que eran primates. Se consideraban distintos y “superiores” al resto de los terráneos.
 
Benny había leído a Darwin una vez hacía mucho tiempo, en la facultad, y había escuchado sobre ciencias como la etología y la ecología, pero los factores de la teoría de la evolución nunca le quedaron realmente grabados. Nunca se veía a sí mismo como un primate. Nunca se percató de que sus amigos y socios eran primates. Y, principalmente, nunca comprendió que los machos alfa de Uniestado eran líderes típicos de los grupos de primates. Como resultado de esta inhabilidad de ver lo obvio, Benny se sentía constantemente alarmado y aterrorizado por su propio comportamiento, el de sus amigos y socios, y especialmente por el de los machos alfa de la manada. Ya que desconocía que esto era una conducta habitual de los primates, simplemente le parecía algo espantoso.
 
Y como gran parte de la conducta primate era considerada espantosa, la mayoría de los primates perdían casi todo su tiempo tratando de ocultar lo que hacían.
 
Algunos primates eran atrapados in fraganti por otros primates. Todos vivían en un constante temor de ser atrapados con las manos en la masa.
 
Aquellos que eran atrapados in fraganti eran llamados ‘unas mierdas’.
 
El término ‘unas mierdas’ era una expresión profunda de la psicología primate. Por ejemplo, un primate salvaje (una chimpancé), a quien dos primates domesticados (dos científicos) le habían enseñado un lenguaje de símbolos, espontáneamente utilizó los símbolos “científico” y “mierda” para describir a un científico que le desagradaba. Lo estaba llamando científico de mierda. También juntó los símbolos “chimpancé” y “mierda” para referirse a otro chimpancé que no le caía bien. Lo estaba llamando chimpancé de mierda.
 
“Eres una mierda” era una expresión que los primates domesticados usaban a menudo.
 
Esta metáfora era profunda en su psicología porque los primates marcaban su territorio con excrementos, y a veces se arrojaban sus heces entre ellos cuando se disputaban un área.
 
Un primate escribió un extenso libro que describía en vivos detalles cómo deberían ser castigados sus enemigos políticos. Los imaginó dentro de un enorme agujero en la tierra, entre llamas, humo, y ríos de mierda. Este primate se llamaba Dante Alighieri.
 
Otro primate escribió que todos los primates infantes pasan por una etapa en la que su preocupación principal es la biosupervivencia, es decir, la comida, o sea, la Teta de Mamá. La denominó la Etapa Oral. Continuaba diciendo que el infante pasa a la siguiente etapa al aprender la política mamífera, es decir, reconocer al Padre (el macho alfa), su Autoridad, y sus demandas territoriales. Llamó a esta fase, con una lucidez que pocos primates poseían, la Etapa Anal.
Este primate se llamaba Freud. Utilizó su propio sistema nervioso para examinar sus circuitos componentes, alterando periódicamente su estructura con neuroquímicos.
 
Entre los insultos anales que los primates domesticados intercambiaban cuando luchaban por su espacio, estaban: “Cara de culo”, “vete a la mierda”, “eres una mierda”, “métetelo en el culo”, y otros por el estilo.
 
Uno de los machos alfa más admirados en el Reino de los Francos fue el general Canbronne. El general Canbronne ganó este respeto por una respuesta que pronunció cuando se exigió su rendición en Waterloo.
 
Merde” fue la contestación del general Canbronne.
 
Cuando los primates iban a la guerra, o se ponían violentos, siempre se referían a hacer mierda al enemigo.
 
También hablaban sobre cagarse unos a otros.
 
Los primates que habían minado el Uniestado con bombas nucleares, querían hacer mierda a los otros primates con verdadera alevosía.
 
La guerra de Vietnam, al igual que la mayoría de las riñas primitivas, fue por el territorio. Los primates chinos, los primates uniestadenses, los primates con el tótem del Oso de las estepas, y varios primates locales del sudeste asiático, intentaban expandir sus egos totémicos-colectivos (territoriales) mediante la apropiación del sudeste de Asia. Si hubieran sido primates salvajes, habrían defecado en el área disputada y se habrían arrojado los excrementos entre ellos; pero tratándose de primates domesticados, excretaron tinta sobre papeles, y se arrojaron metal y químicos unos a otros. Esta fue una de tantas entre la serie de riñas territoriales sobre el sudeste asiático en las cuales, en un período u otro, estuvieron involucrados los primates alemanes, los franceses, los primates del tótem del Sol Naciente, y otras bandas depredadoras.
 
Ya que los primates uniestadenses, a semejanza de otros homínidos domesticados, no se consideraban a sí mismos como primates, explicaron todo esto mediante pilas y pilas de excreciones de tinta invocando a la Moralidad y la Ideología, las diosas gemelas de los simios domesticados. Básicamente, los primates que reclamaban para sí el sudeste asiático decían que era “bueno” continuar con la balacera y tomar todo lo que pudieran; los primates a quienes el sudeste de Asia les importaba un carajo, decían que aquello era “malo”.
 
La mayoría hexápeda de Terra nunca había desarrollado el idealismo o el cinismo, ni tenían pensamientos sobre el pecado o la corrupción. Poseían una perspectiva simple y pragmática. Su gente podía ser reconocida porque tenía seis patas. La buena gente olía bien y era parte de la misma colmena o colonia. La mala gente olía mal y no era parte de la colmena; debía ser devorada o expulsada.
 
Para ellos, las criaturas bípedas y cuadrúpedas no eran gente en absoluto, y se podían ir al infierno.
 
Los residentes cuadrúpedos de Terra eran, en su mayoría, igualmente simples. Su gente tenía cuatro patas. Las criaturas hexápedas eran comida, o no merecían ni la más mínima atención. Las criaturas bípedas eran peligrosas y debían evitarlas.
 
Entre todos los cuadrúpedos terráneos, solo los perros reconocían a los primates bípedos como gente.
 
Algunos de los primates también reconocían a los perros como gente.
 
Un décimo del uno por ciento de los primates domesticados reconocía como gente a todas las formas de vida del planeta.
 
La décima parte del uno por ciento de los primates que reconocía a los no-primates como gente, discrepaba violentamente entre sí sobre cualquier otro asunto. Cerca de un tercio de ellos eran místicos y sufrían de Daño Cerebral Permanente por culpa del ayuno, del yoga, o de otras prácticas masoquistas. Habían logrado comprender la Inteligencia de todos los seres vivos mediante la experiencia agónica-extática de la pérdida del ego alcanzada a través de sus excesos masoquistas. Hablaban sobre esta Inteligencia genética llamándola “Dios”, aseverando que era demasiado astuto como para cometer errores, e incidentalmente afirmando un montón de sinsentidos, también debido a sus excesos.
 
Otro tercio de los primates que reconocían la consciencia allí donde existiese eran científicos especializados en los terrenos de la etología, la ecología, la biofísica y la neurología. Hablaban una jerga técnica que casi nadie comprendía. La mayoría de ellos ni siquiera se comprendía el uno con el otro.
 
El último tercio de los primates que percibían la programación genética detrás de la evolución eran personas que habían ingerido ciertos químicos o vegetales extraños. Eran como aquellos denebianos ciegos que sentían el agua por primera vez al caerse al océano. Sabían que algo les estaba sucediendo, pero no estaban seguros de qué era aquello.
 
 



 

lunes, 29 de octubre de 2012

TRILOGÍA ILLUMINATUS EN ESPAÑOL - NUEVA EDICIÓN -

SALVE ERIS

Hay una nueva edición de la traducción al español de Trilogía Illuminatus disponible en Scribd. Esta nueva versión ha sido revisada (con algunos retoques), y ampliada (incluye entrevistas a Robert Anton Wilson en las que habla de la novela que co-escribió con Robert Shea); si bien no es la versión definitiva a la que apunta el traductor, esta nueva edición se acerca bastante...
 
Una pregunta muy habitual que suelen hacerme es cómo descargar la versión PDF desde Scribd; Scribd es un sitio web que permite compartir y publicar documentos a sus usuarios y esto es muy sencillo: primero tienes que hacerte una cuenta en Scribd - es muy fácil, puedes hacerla a través de Facebook o mediante Hotmail -; luego, para descargar cualquier documento que desees, primero debes subir un texto desde tu propio perfil (word, pdf, etc; no importa el formato ni la extensión del mismo: puede ser una sóla hoja o un libro entero), esa es la política de Scribd, intercambio de documentos; después, no es necesario subir documentos cada vez que uno quiere descargar un libro, una vez que compartiste, las descargas son ilimitadas.
 
Hechas las aclaraciones, disfrútenla! 
 
¡Oh, Salve Discordia!
 
TRILOGÍA ILLUMINATUS EN ESPAÑOL en Scribd: Click Aquí
 
 

miércoles, 10 de octubre de 2012

¡PRINCIPIA DISCORDIA EN ESPAÑOL!

¡SALVE DISCORDIA!

Recientemente, Olimac Soir - amigo de este blog - ha lanzado su versión en español del clásico del discordianismo "Principia Discordia", que ya podéis disfrutar, leer y descargar en Scribd. Era hora de que hubiese una versión en español del texto básico de los discordianos, así que ¡Enhorabuena! ¡Salve Discordia! ¡Oh, Salve Eris!

Click aquí: PRINCIPIA DISCORDIA EN ESPAÑOL





martes, 24 de abril de 2012

FUI ATROPELLADO EN LA SUPERAUTOPISTA DE LA INFORMACIÓN


Fragmento de “Detonador Cósmico III: Mi Vida Después de la Muerte” (Robert Anton Wilson)

Traducción: Mazzu Stardust







FUI ATROPELLADO EN LA SUPERAUTOPISTA DE LA INFORMACIÓN



Éste no es un mundo normal.

--Batman



“Tal vez” es una caña muy débil de la cual colgar toda tu vida, pero es todo lo que tenemos.

--Hannah y sus hermanas





De acuerdo a fuentes confiables, fallecí el 22 de Febrero - cumpleaños de George Washington - de 1994. No sentí nada especial o chocante en ese momento, y creí estar todavía junto a mi procesador de texto trabajando en una novela llamada La Novia de Illuminatus. Sin embargo, a la hora del almuerzo, al revisar mi contestador automático, descubrí que Tim Leary y otra docena de amigos habían estado llamando, intentando comunicarse conmigo, o - si habían creído a las fuentes confiables - compartiendo sus pesares y condolencias con mi desconsolada familia. Rápidamente descubrí que la noticia de mi trágico final había aparecido en Internet, una de las redes informáticas más populares, en la forma de un obituario de Los Angeles Times:



“El célebre autor de ciencia-ficción Robert Anton Wilson fue hallado muerto en su casa ayer, aparentemente víctima de un paro cardíaco. El sr. Wilson, 63, fue encontrado por su esposa, Arlen…

Wilson fue autor de numerosos libros… fue famoso por sus puntos de vistas libertarios, su amor por la tecnología y humor sarcástico. Tenía dos hijos… etc.”



Originalmente, esta necrológica del L. A. Times fue ingresada a la red por alguien en Cambridge. Inmediatamente pensé en los bromistas del M. I. T. - los Gremlins del Ciberespacio, como alguien los bautizó -. Admiré la verosimilitud artística del Gremlin que falsificó el obituario. Malinterpretó mi obra (solamente 6 de mis 28 libros pueden ser clasificados como ciencia-ficción, tal vez 3 como ciencia-facción). También, torpemente, le erró a mi edad por un año y al número de mis hijos por uno. Pequeños toques de incompetencia e ignorancia que ayudaron a crear la impresión de que se trataba de un verdadero y sincero artículo del L. A. Times -- como las sillas chirriantes, toses de fondo, diálogos superpuestos, calidad de sonido escrupulosamente “mala” etc., que hicieron parecer “verdaderos” a los noticieros artificiales de las dos mejores películas de Orson Welles: Citizen Kane y F For Fake. El falso obituario del L. A. Times no podía competir con los engaños monumentales de Welles - por ejemplo, con el show radiofónico prematuramente desconstruccionista “La Guerra de los Mundos”, donde la música suave era interrumpida por noticieros ominosos confundiendo los límites entre “arte” y “realidad” de toda una audiencia masiva -. Pero si bien el artículo no tenía el peso de Welles, ciertamente contenía la mezcla wellesiana entre arte y magia: en retrospectiva, incluso me recuerda un poco a un show de arte surrealista de 1923, donde la audiencia se encontraba en el jardín con un taxi - en cuyo interior llovía -, con un letrero que decía gnómicamente:



DADA NO HA MUERTO

VIGILEN SUS SOBRETODOS





Siempre pensé que aquel doble chapuzón de guerrilla ontológica (por Dalí y Bretón, respectivamente) condujo a la audiencia más allá del surrealismo hasta el postmodernismo, es decir, al Agnosticismo Total y/o a la desorientación terminal. Ciertamente, el arte y la vida, y el arte y la magia nunca volvieron a ser desenredados con claridad para satisfacción de los espectadores. En esta lucha por derrumbar la Cortina de Hierro entre creatividad y “realidad”, tiendo a ver la farsa de los marcianos wellesianos como el segundo paso más grande luego del surrealismo y, ejem, a veces, inmodestamente, considero mi propio trabajo como un tercer paso. Pero el Gremlin que me mató el 22 de Febrero, impulsó “la transformación de la mente y todo aquello que se le parezca” (Bretón) un salto cuántico más allá de lo que yo nunca había llegado. Provocó dolor y sorpresa verdaderos, si no, pánico masivo wellesiano. Un amigo me contó que el primer artículo que vio, en Compuserve, citaba la supuesta necrológica del Times y agregaba: “Esto es tan malo como cuando nos enteramos de la muerte de Zappa. Voy a meditar en su memoria”. Otro cibernauta, una mujer, tecleó todo un capítulo del Eclesiastés por mi memoria -- “Para todas las cosas hay sazón, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su tiempo: Tiempo de nacer, y tiempo de morir;” etc. -- y luego añadió “¡Ahora salgan y ENFIÉSTENSE COMO A ÉL LE HUBIERA GUSTADO!”. Un boletín de “La Casa de los Apóstoles de Eris, San Francisco” decía que “los intentos de contactar a Robert Anton Wilson han sido infructuosos” -- ¿Mmmmh? -- no obstante, afirmaba que “RAW está vivo y ocupado en trabajos religiosos” Creo que el autor de ese artículo intentaba sonar poco convincente, especialmente para los iniciados en mis Novelas Clásicas (los “trabajos religiosos” erisianos consisten en operaciones jode-mentes y “shocks” en el estricto sentido masónico de la palabra) Él (o ella) proyectó una sospecha contagiosa sobre otras negaciones posteadas en la net por varios amigos que habían podido comunicarse conmigo. Ciertamente, los conspiranoicos que habían seguido mi carrera desde Illuminatus, no creerían en un reporte que admite, sospechosamente, que nadie pudo contactarme… Muchas de las contribuciones a la controversia de muerto-o-vivo parecían dudar en que si yo había muerto (o no) en Los Angeles o en San Francisco. La más graciosa de todas afirmaba que yo estaba vivo, pero en Howt (Condado de Dublin, Irlanda) – donde viví la mayor parte de los 80s:



“Contactado en su hogar en el Castillo de Howth, Wilson dijo ‘los reportes sobre mi muerte han sido un tanto exagerados. Aún puedo tambalearme un poco e incluso gastar alguna bromilla ocasional’.”



A lo que algunos astutos, reconociendo la chanza joyceana, respondieron: “¿No será el Castillo de Howth y sus alrededores?” La leyenda de Howth continuó circulando por la red, y pronto incluyó la noticia de que yo había asumido la presidencia del Comité para la Investigación Surrealista de las Afirmaciones de lo Normal (CISAN) luego de la muerte de su fundador, el Profesor Timothy F.X. Finnegan, de la Universidad de Trinity – Dublin, y que el CISAN todavía ofrecía $ 100.000 a cualquier “normalista” que pudiese presentar “una persona, lugar, o cosa perfectamente normal – o incluso un ocaso ordinario. O un día común”. Claro: Finnegan y el CISAN existen en cierto sentido, al igual que el Castillo de Howth, como ya sabrán los lectores de mis obras – no en el mismo sentido en que existe la Estatua de la Libertad, pero tampoco en el sentido enteramente metafórico en que existe la Deuda Nacional o la Santísima Trinidad. Pero el resultado de todo esto fue que comencé a preguntarme si no será que sólo existo de alguna manera semiótica o metafórica, como una versión masculina y anciana de la Virgen. Digo, ¿Existo de la misma manera en que existe el Castillo de Howth en Dublin, o en la manera en que existe el Castillo de Howth y sus alrededores en Finnegans Wake? Recuerdo un tratado espiritista que leí una vez (hojeo todo tipo de literatura extraña, con eso evito creer totalmente en lo que los medios masivos nos dicen que es la Verdad Oficial). Aquel tomo fantasmagórico afirmaba que los pobres espectros a menudo no nos enteramos que hemos muerto hasta que algún médium nos “contacta” y nos explica por qué la gente nos trata de manera tan ruda últimamente – es decir, por qué incluso nuestras esposas e hijos nos ignoran categóricamente a menos que sacudamos lámparas o golpeemos en código sobre la mesa. También había leído la hilarante “guerra panfletaria” que mantuvo Jonathan Swift  con el astrólogo Patridge, donde discutían si Patridge había muerto o no el día predicho por un astrólogo rival, Isaac Bickerstaff (“Bickerstaff” suena mucho al propio Swift operando tras una máscara como era usual, como también Lemuel Gulliver, el científico trotamundos, sonaba curiosamente parecido a Swift; con esta cuestión aprenderemos mucho sobre la Realidad y las Máscaras) A pesar de que Patridge insistía vehementemente en la continuidad de su vitalidad, el argumento de Swift, un modelo de la sutileza celta, sostenía que el hecho de que un hombre afirmara que no había muerto y que incluso así lo creyera, no implica, lógicamente, que nosotros debamos dar crédito a su testimonio sin pruebas que lo corroboren. Aquello dejó sin palabras al pobre Patridge (nunca discutas con un intelectual dublinés) – y ahora yo también me sentía así. Obviamente mi testimonio en el asunto no habría convencido a Swift, cuando decidió hacer el papel de científico escéptico, y me pregunto si convencería al CSICOP – el grupo opuesto al CISAN. El CSICOP (Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones de lo Paranormal) cree que lo “normal” realmente existe en algún lugar, y no sólo en un mundo espectral platónico. Aseveran que existe en todos lados, y que no existe ninguna otra cosa. (Si vemos alguna de las 10100 cosas no-normales de este mundo, ellos afirmarán que hemos tenido una alucinación) Como escribió un famoso bardo:



Pensó ver un cajero de banco descendiendo del bus

Miró de nuevo y vio un hipopótamo



Recuerdo una novela de Phil Dick, Ubik, sobre un montón de personas muertas que no sabían que habían muerto, y que pensaban que el universo había comenzado lentamente a transformarse en mierda. Si eso es lo que me sucedió, no podría saberlo - por definición. Ese tipo de pensamientos realmente pueden perturbar nuestra arquitectura mental, especialmente si uno derrochó gran parte de su vida en la filosofía epistemológica y en extractos de cannabis. Yo me he entregado a ambos vicios en muchas ocasiones, y temo haberme convertido en un ejemplo horrible de Existencialismo Agravado. Peor aún: también he escuchado a Albert Rosenfeld, un médico distinguido, dando una conferencia sobre “muerte clínica”, diciendo “hemos avanzado mucho desde aquellos días en que Marshall Dillon levantaba la sábana y decía ‘si, está muerto’. Ahora se necesita un comité para decidirlo”. Pero estas dudas ontológicas se hicieron a un lado cuando la CIA entró en el Viaje, haciendo el papel de los Demonios Iracundos de éste bardo. Alguien (que firmó como “Anon.”) ingresó lo siguiente en varias páginas de noticias de internet:



“LA CIA ASESINÓ A ROBERT ANTON WILSON”



“Wilson no murió por causas naturales. Fue asesinado. Temprano, ese mismo día, una inyección con un veneno de efecto retardado basado en toxinas de mariscos le fue suministrada a Wilson por agentes especiales del ESCUADRÓN SÚPER SECRETO DE OPERATIVOS NEGROS de la CIA, utilizando una aguja especial hecha de un plástico que se disuelve en el cuerpo sin dejar rastros. El cuerpo de Wilson fue trasladado y cremado inmediatamente, salteando el paso habitual de la autopsia POR ÓRDENES DE ARRIBA.



“Es claro por qué los podere$ querían muerto a Wilson. Era un elemento peligroso; el gobierno sólo puede gobernar si la mayoría no cuestiona el sistema (no importa quién sea el que “mande”). Las minorías problemáticas pueden silenciarse discretamente, mediante la ACCIÓN EJECUTIVA (asesinato), como sucedió con Wilson…”



“Antes, las mismas agencias (CIA, NRO, DEA y el GOBIERNO FANTASMA BOLCHEVIQUE de CFR/TLC/Bilderberger) neutralizaron al defensor del LSD, Timothy Leary, con una neurotoxina que DESTRUYE LA MENTE e INDUCE ARTIFICIALMENTE A UN ESTADO SIMILAR A LA SENILIDAD…”



“Se alienta la diseminación de esta información. HAGA 30 COPIAS”



Bello como rata de cloaca, pensé al leer esto. Ahora, cuando Tim le diga a la gente que yo no he muerto, funcionaría como una nueva evidencia de su “senilidad”. Por supuesto, también disfruté de la idea de que alguien, en algún lugar, me considerase tan importante como para aterrorizar a la CIA y hacerles llamar a su ESCUADRÓN SÚPER SECRETO DE OPERATIVOS NEGROS para eliminarme. (…)



Otros se pusieron más bizarros:



“Tal vez el gobierno instaló un RAW VIRTUAL en su lugar para apaciguar los miedos de la gente. Ah, seguro, puede responder lo que quiera, pero yo sé que no es el VERDADERO RAW.”



Pero mi favorita entre todas estas contribuciones a los Mitos de Wilson fue agregada por alguien con el apodo The Green One:



“No hay ninguna toxina. No hay ninguna aguja. No has escuchado nada sobre una toxina. No has escuchado nada sobre una aguja. No eran herramientas de la conspiración. No hay ninguna conspiración. La toxina y la aguja, que no existen, no forman parte de la conspiración, que tampoco existe. Fnord. Repite conmigo. No hay ninguna toxina…”



Que puedo agregar a este fragmento de guerrilla ontológica, excepto “¿Fnord?”




sábado, 21 de abril de 2012

LA ABOLICIÓN DE LA ESTUPIDEZ (fragmento de The Illuminati Papers, de RAW)


TheIlluminati Papers es una colección de ensayos y escritos de Robert Anton Wilson publicados por primera vez en 1980. Es como una especie de recopilación de ‘bootlegs’ o ‘inéditos’ de la Trilogía ¡Illuminatus! (y de su 'otra' trilogía, menos famosa, "El Gato de Schrodinger") donde amplía los pensamientos de los personajes que, incluso, son autores (como en este caso) de lo que estamos leyendo. Este recurso no es nuevo; en ¡Illuminatus! hay varios ejemplos de los personajes como autores (Nunca Chifles Mientras estás Meando, de Hagbard Celine, Telémaco Estornudó, de Atlanta Hope, etc.), pero siempre es bueno reencontrarse con ellos y leer sus ideas, o las de su alter ego Mr. RAW…





Traducción: Mazzu Stardust



CAPILLA DEL LIEF ERIKSON, LEGIÓN DE LA DISCORDIA DINÁMICA, ENSAYO DE OPINIÓN

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La Abolición de la Estupidez





Por Hagbard Celine







Dos hombres eminentemente inteligentes, R. Buckminster Fuller y Werner Erhard, han propuesto que podríamos y deberíamos abolir la hambruna para el final de este siglo.



Dicha meta es racional, práctica, y deseable; por lo tanto es denunciada como utópica, fantástica y absurda.



Deseo proponer una meta similar, también racional, práctica, y deseable, y que también será denunciada como utópica, fantástica y absurda.



Sugiero una guerra Mundial contra la Estupidez.



A pesar de que los estúpidos se sentirán resentidos con esto, estas ideas van dirigidas a aquellos que no son totalmente estúpidos, o que no son estúpidos todo el tiempo, es decir, a esos individuos escasos que tienen momentos de lucidez ocasionales.



Los argumentos de esta Idea Revolucionaria son los siguientes:



1 – A pesar de que uno suene satírico al decirlo, este planeta parece estar controlado y habitado ampliamente por personas nada razonables. Tal vez Voltaire exageraba al decir que para comprender el concepto matemático del infinito hay que contemplar los alcances de la estupidez humana; pero la situación es casi tan mala como esa. Para mencionar algunos ejemplos que he vivido: Hitler asesinó a seis millones de judíos por “razones” que eran completamente dementes; Joe McCarthy condujo una loca cacería de brujas contra los comunistas que arruinó a mucha gente inocente y que nunca logró descubrir ni a un solo comunista verdadero; Anita Bryant, en este momento, está haciendo campaña con una cruzada que parece salida del siglo XIII contra los homosexuales; etc.



Casi no es una exageración decir que millones de seres humanos han sido irracionalmente asesinados como chivos expiatorios a lo largo de la historia. Ya que todos pertenecemos a una minoría u otra, cualquiera de nosotros podría ser el blanco de la próxima cacería de brujas, y si nos queman, no hay nada que la criogenia pueda hacer para preservarnos.



La estupidez ni siquiera es una característica exclusiva de los estúpidos; a diferencia del sacerdocio, no necesitas tener “vocación”. Parece ser una perturbación socio-semántica contagiosa que, en algún momento u otro, nos aflige a todos. Se pueden encontrar ejemplos notorios en las vidas de “los Grandes”, tales como Simon Newcomb (el astrónomo que descubrió a Neptuno) quien “demostró” matemáticamente que era imposible que algo más pesado que el aire pudiese volar, o la Academia Francesa negándose a examinar la evidencia de meteoritos durante el siglo XVIII, etc. (Algunos podrán incluir los intentos continuos de Einstein para refutar el factor aleatorio de la mecánica cuántica como otro ejemplo de estupidez en una mente brillante.)



En líneas más generales, como Thomas Kuhn ha mostrado en La Estructura de la Revolución Científica, una medida exacta de la extensión de la estupidez entre los eruditos nos llega a través del hecho de que cada revolución científica parece saltearse toda una generación. Según la exhaustiva documentación de Kuhn, este salto generacional parece ser provocado porque los científicos más viejos casi nunca aceptan un modelo nuevo, por bueno que sea, y la revolución solo puede ser consumada cuando una segunda generación, con menos prejuicios, examina los modelos viejos y los nuevos objetivamente y determina que lo nuevo es más útil.



Entonces si la ciencia, el paradigma de lo racional, está infestada con suficiente estupidez como para causar este salto generacional generalizado, ¿qué podemos decir de la política, la economía y la religión? Los desfases temporales de miles de años parecen ser normales en esas áreas.



En efecto, fue principalmente la contemplación de la historia religiosa lo que llevó a Voltaire a concluir que la estupidez humana se aproximaba a lo infinito. El estudio de la política es a penas poco más inspirador, y cualquier examen de los debates económicos nos sugiere con firmeza que los teólogos de la Edad Media todavía están entre nosotros, operando en una nueva área.



No deseo extenderme más en este tópico, ya que ha sido ampliamente tratado por Jonathan Swift y Mark Twain, entre otros. Resumamos el asunto diciendo que la estupidez ha asesinado y encarcelado a más genios, ha quemado más libros, ha masacrado más poblaciones, y ha bloqueado el progreso con mucha más eficacia que cualquier otra fuerza en la historia. No sería una exageración decir que la estupidez ha matado más gente que todas las enfermedades conocidas por la medicina y la psiquiatría.



Se han ensayado varias curas, por supuesto. Sócrates creyó encontrar la cura en la dialéctica, Aristóteles en la lógica, Bacon en el método experimental, durante el siglo XVIII se creyó que estaba en la democracia y la alfabetización universal, Freud creyó encontrarla en el psicoanálisis, Korzybski en la Semántica General, etc. A pesar de que estas invenciones han sido benéficas para algunos de nosotros durante algún tiempo, no han detenido los rebrotes mundiales de la plaga, y ni siquiera han abolido completamente los lapsos ocasionales de estupidez de sus practicantes más versados (incluyendo con énfasis a quien escribe).



2 – Si se pudiera incrementar la inteligencia, encontraríamos soluciones obvias con mayor rapidez para los escenarios apocalípticos actuales que nos atemorizan.



(A)  Por ejemplo, si cada científico que trabaja sobre el problema de los recursos energéticos pudiese incrementar su inteligencia en un factor de dos, el trabajo a realizar en diez años podría hacerse en cinco.

(B)  Si la estupidez humana general decreciese, habría menos oposición hacia las ideas y perspectivas nuevas sobre nuestros problemas viejos.

(C)  Si la estupidez decreciera, se derrocharía menos dinero en imbecilidades organizadas enormes, tales como la carrera armamentista, y habría más dinero disponible para los proyectos de extensión de la vida humana.



Los mismos argumentos pueden aplicarse a cualquier otra meta valiosa: la abolición del hambre y la pobreza, encontrar curas para el cáncer y la esquizofrenia, etc. No hay nada racionalmente provechoso que no pueda lograrse pronto si se incrementa la razón misma. Esto es virtualmente una redundancia, pero rara vez consideramos el corolario: trabajar para adquirir una inteligencia mayor es trabajar para lograr todas nuestras otras metas.



3 – A pesar de que la dialéctica, la lógica, el método experimental, la “democracia”, el alfabetismo, el psicoanálisis, y la Semántica General no han detenido los rebrotes mundiales de estupidez, han creado ciertas contrafuerzas: enclaves de racionalidad (comparativa) donde los seres humanos funcionan (comparativamente) con menos estupidez que la habitual en esta especie de primates domesticados. “Nosotros”, como especie, hemos aprendido algunas cosas de cada una de estas invenciones.



Aquellos entrenados en dialéctica no serán engañados por la retórica vacía de los demagogos más vulgares. A algunos, la lógica nos protege de las modas “intelectuales” (o anti-intelectuales) más absurdas de la época en que vivimos. El método experimental nos ha demostrado cómo evitar los escollos de la lógica puramente abstracta y conectar nuestra teorización con la realidad.



La democracia y la alfabetización han hecho que estos descubrimientos estén, al menos potencialmente, al alcance de las grandes masas en vez que en manos de pequeñas elites, aunque siga siendo cierto que puedes guiar a un tonto hacia la sabiduría pero no puedes hacerlo pensar. El psicoanálisis nos ha mostrado por qué hasta la persona más “racional” puede estar sujeta al pensamiento irracional compulsivo. La Semántica General ha expuesto los reflejos neurolingüísticos que nos dificultan abandonar un modelo viejo y aceptar uno nuevo, y nos ofrece algunos trucos bastante útiles para romper dichos reflejos.



Pero apenas ha avanzado la psicología desde Freud, la psiconeurología desde Korzybski, y la psicología conductual desde Pavlov. Estamos en el umbral de un gran avance en la guerra contra la estupidez, como también seguramente estamos cerca de alcanzar la Extensión de la Vida humana y la Migración Espacial. Los efectos de la Revolución de la Inteligencia incluso pueden demostrar ser más amplios que los de los saltos cuánticos de la industria espacial y los de la longevidad.



4 – El Dr. Nathan Kline, que podría ser llamado conservador en el área de la neurofarmacología (en la misma escala en la que el Dr. Timothy Leary es radical y el gobierno de EEUU es reaccionario), ha predicho en su libro Drogas Psicotrópicas del Año 2000 que dentro de 20 años tendremos drogas para mejorar la memoria, drogas para borrar recuerdos desagradables, drogas para aumentar o disminuir las emociones, drogas para prolongar o acortar la niñez, drogas para ayudar o impedir la conducta maternal, etc. No se requiere de mucha imaginación para ver que dichos químicos nos permitirán adquirir un mayor control sobre nuestros sistemas nerviosos de lo que jamás se haya considerado. Obviamente, la gente usará y abusará de esas drogas de diferentes maneras, deseables o no, pero los más inteligentes las utilizarán de la manera más inteligente, es decir, para incrementar su propia libertad neurológica, para desprogramarse de patrones irracionales, y en general para expandir su consciencia e incrementar su inteligencia.



El potencial para una revolución neurológica implícito en tales avances psicofarmacológicos debería ser claro para cualquiera que tenga un mínimo conocimiento incluso de un psicodélico tan primitivo como el LSD. (Uno de los hechos menos conocidos sobre el LSD es que el único proyecto de investigación con dicha sustancia en los EEUU, en el Spring Grove Hospital de Maryland, probó un incremento de un 10% en la inteligencia de todos los sujetos; ver Psychedelics Encyclopedia, de Stafford.)



Walter Bowart ha documentado exhaustivamente en Operación Control Mental que la hipnosis con neuroquímicos es más efectiva que la hipnosis ordinaria; que la terapia conductual con neuroquímicos es más efectiva que la terapia conductual ordinaria; y que cualquier técnica de alteración mental es más efectiva con neuroquímicos que sin ellos. La evidencia de Bowart fue tomada de la malversación o perversión de dichas técnicas por parte del ejército de EEUU y la CIA en la investigación sobre el lavado de cerebro, pero no hay motivos por los cuales libertarios y humanistas no puedan utilizar dicho conocimiento para decondicionar y desprogramar en vez de solo reacondicionar y reprogramar. Ya han sido dados principios seguros y cuerdos para ese tipo de expansión mental y liberación de la inteligencia en libros tales como Programming and Metaprogramming in the Human Biocomputer del Dr. John Lilly, Neuropolitics, del Dr. Leary, y LSD: The Problem-Solving Psychedelic, de Stafford y Golightly. Nótese que estos libros tratan solamente de la liberación de la mente vía LSD, pero aquí estamos hablando de sustancias más precisas y predecibles. (Por favor, relea la última oración).



5 – Si la psicofarmacología está comenzando a darnos la opción de programarnos, desprogramarnos, y reprogramarnos a voluntad, estamos entrando a una nueva etapa de la evolución. Más que el psicoanálisis, la Semántica General, el Análisis Transaccional, el est (Erhard Seminars Training, Seminarios de Entrenamiento Erhard), o cualquier otra técnica de alteración mental del pasado, la neuroquímica representa un verdadero salto cuántico hacia un nuevo nivel de libertad: el sistema nervioso humano estudiándose y mejorándose a sí mismo, la inteligencia estudiándose y mejorándose a sí misma.



Para ser aún más específicos y definitivos sobre el tema, consideremos la encuesta McGraw-Hill de octubre de 1975 sobre la opinión científica en lo relativo a los avances que pueden esperarse antes del 2000. La mayoría de los neurocientíficos de la encuesta pronosticaron drogas específicas para incrementar permanentemente la inteligencia humana (ver No More Dying, de Kurzman y Gordon, pág. 4). Guardé esto para mencionarlo después de las predicciones más generales de Kline y así evitar la impresión de que estoy hablando solamente de incrementar el tercer circuito del coeficiente intelectual lineal. Hay otros siete tipos de inteligencia.



6 – Hay un bucle de retroalimentación directa entre la psicofarmacología y las otras ciencias cerebrales, como la electro estimulación cerebral (ESB por sus siglas en inglés electrical stimulation of the brain), y la bio-retroalimentación, etc. Como dice William S. Burroughs “cualquier cosa que puede hacerse químicamente, puede hacerse a través de otros medios”. Jean Millay, y otros, han demostrado que el yoga sumado a la bio-retroalimentación produce el desprendimiento de conjuntos de marcas emotivo-perceptuales de manera más acelerada que con el yoga solo. John Lilly ha reproducido los efectos del LSD con sus tanques de aislamiento. Con ESB, José Delgado ha producido muchos efectos encontrados anteriormente solo con drogas.



Para los alarmistas es trillado advertirnos que el arsenal completo de neurociencias sinérgicamente interconectadas que ahora está evolucionando va a permitir que los gobiernos inescrupulosos le laven el cerebro a poblaciones enteras de manera más efectiva que nunca. Necesitamos comprender que la misma tecnología, utilizada sabiamente por hombres y mujeres inteligentes, nos puede liberar de cualquier forma de rigidez neurótica e irracional, permitiéndonos sintonizar y enfocar nuestros sistemas nerviosos de manera tan simple como sintonizamos y enfocamos nuestros televisores, encendiendo o apagando cualquier circuito a elección.



¿Por qué estar deprimido cuando puedes ser feliz, por qué ser tonto cuando puedes ser listo, por qué estar agitado cuando puedes estar tranquilo? Obviamente, la mayoría de la gente está deprimida, es tonta, y se agita todo el tiempo porque no posee las herramientas para reparar y corregir los circuitos dañados o defectuosos de su sistema nervioso. La Revolución Neurológica (química, eléctrica, de bio-retroalimentación etc.) nos proporciona dichas herramientas. Esta Revolución de la CABEZA tiene al Principio del Placer como combustible. Esto es, cuanto más libertad interna consigues, más quieres; es más divertido ser feliz que estar triste, más disfrutable elegir tus propias emociones que padecerlas gracias a los procesos glandulares mecánicos, es más placentero resolver tus problemas que estancarte en ellos para siempre.



En otras palabras, el Incremento de la Inteligencia significa la inteligencia estudiando a la inteligencia, y lo primero que descubre es que cuanto más inteligente te vuelves, más divertido es el intento de volverte aún más inteligente. (Lo cual es solamente otra forma de decir que, al menos neurológicamente, cuanta más libertad consigues, más divertido es trabajar para conseguir una libertad mayor.) Nadie es más interesante para cualquier persona que ese personaje misterioso al que llamamos “yo”, lo cual expone por qué la autoliberación, la autoactualización la autotrascendencia y etc. son los juegos más excitantes que existen. Esta retroalimentación hedonística explica por qué todos aquellos que han dado el primer paso en el camino hacia la libertad neurológica nunca pueden conformarse al detenerse allí, sino que se proyecta hacia el próximo paso, y al próximo y así hasta la eternidad – o toda la ‘eternidad’ que pueda brindarnos la Extensión de la Vida humana.



7 – Resumiendo, el Incremento de la Inteligencia es deseable, porque cada uno de los problemas que confronta la humanidad es causado directamente, o empeorado considerablemente por la estupidez prevalente de nuestra especie; es asequible porque los avances modernos en los campos de lo químico, eléctrico y otras formas de cambio mental nos están enseñando cómo alterar los reflejos establecidos, condicionados o aprendidos que previamente nos restringían; es hedonístico porque cuanta más libertad adquieres, más ventajas ves en buscar más libertad e incluso más inteligencia. Esto puede acelerar nuestro progreso hacia la Migración Espacial, la Extensión de la Vida, y hacia otras metas racionales, gracias a la creación de una racionalidad superior que trabaje en dichos temas; y puede brindarnos el conocimiento para evitar los resultados “malos” de la Migración Espacial y la Extensión de la Vida sobre los cuales nos advierten los conservadores.



Al igual que la muerte y la pobreza, la estupidez ha estado tanto tiempo rondándonos que la mayoría de la gente no puede imaginar la vida humana sin ella, pero ya se está volviendo obsoleta. A pesar de que muchos grupos con intereses específicos (políticos, clero, anunciantes, etc.) puedan beneficiarse con la estupidez, la humanidad como conjunto se beneficiará mucho más con su abolición. De aquí en adelante, deberíamos medir nuestros progresos hacia nuestras metas personales, y nuestras contribuciones al progreso mundial, en términos de ‘cuánto más listo me he vuelto el año pasado, el mes pasado, la semana pasada, HACE UNA HORA’.